el hombre es animal de medidas


juan carlos:

se miden o se cuentan, a saber:

las ruinosas horas que faltan para que amanezca
o los escasos minutos de aquella vez
el imparable altor de los hijos
esa forma de la vanidad casi siempre abrumadora
y los plomos en el pecho que mejor que fueran balas
las catorce sílabas los dos cuartetos los dos tercetos
o los días que restan para el lunes y suman para el sábado
así como los kilómetros que eran
cuatrocientos hasta Tacuarembó
y apenas tres cuadras para merodear la ventana de su cuarto

no hay mayor novedad en ello

sin embargo suele pasar que por causa de muerte
algunas cosas pierdan cuenta y ganen asombro:

nadie diría que el señor ernesto guevara de la serna lynch
ya nunca cumplirá 75
porque el che sigue solo con su asma y apenas 39
sonrisa en un poster y el corazón puesto a doler

y mucho menos que esa muchacha norma jean pudiera tener 77
y querer ocupar el lugar de esa otra la misma marilyn inmóvil
en sus 36 años de estricta fama soledad y tedio

todo esto para decir
que desde los diecinueve
mi esperanza se tendía
hasta los años que tuvo mi padre al morir
y por eso es que hoy
que ya tengo más días que los que jamás mi padre
me he quedado sin razón de espera

pero ahí es cuando vuelve aquella tarde
de baldosines blancos y hospital
y tu voz dice que la muerte es una alternativa a no tener en cuenta